jueves, 3 de abril de 2014

GENTE DEMIGRANTE

Gente demigrante. Gente pallá. Frikis. Gente sin sentido de la vergüenza ajena. Pero, buno de todo hay que haber en la viña del señor. El ser famoso aparentemente es guay y da muchas satisfacciones, de diversa índole, a quien lo es. Pero también tiene su lado demigrante y sufrido. Recopilo y cuento algunas anécdotas contadas por famosos sobre su relación con el gran público cuando van de "paisano", por la calle, a sus asuntos... Anécdotas contadas por Santiago Segura. Tras su arrollador éxito de sus sagas "torrente", al pobre le han sometido en más de una ocasión a situaciones de auténtica vergüenza ajena... Iba por la calle y de repente el conductor de un autobús urbano de la EMT, baja la ventanilla y le grita: "eh! ¿nos hacemos unas pajillas!?"... en otra ocasión estaba firmándole un autógrafo a un tipo y éste, le da un empujoncito con el hombro y le suelta: "¿Nos hacemos unas pajillas?"... ¿Esto es normal? Ahora pasemos a otro famoso, en este caso no me acuerdo si era Josema Yuste (ex Martes 13) o José Mota (eltiolavara), pero el caso es que le pararón en la calle un día y uno le soltó: -!ey!, tu eres el gracioso de la tele... hazme reir... Y finalmente, la guinda de la tarta. Oí que Encarna Sánchez, la popular presentadora de radio, todo un personaje de vital personalidad, iba por la calle y uno se puso a decirle, al reconocerla: -Encannna, encannnaa...... El famoso gag navideño de las empanadillas de Martes y 13 estaba muy fresquito y reciente y al tipo no se le ocurrió otra cosa que provocar de tal manera a la Leona de las ondas, a la pantera de la arradio. En esto que Encarna se vuelve, airada, se encara al tipo y le dice que menudo gilipollas, y que era un sinvergüenza y un payaso y que dejara de burlarse de su nombre, que sangre, sudor y lágrimas le había costado hacerse un hueco y un nombre en el mundo de la radio y el periodismo para que un imbécil le gastara el nombre o lo ridiculizara. Encolerizada, supongo, con sapos y truenos saliendo de su boca, roja de ira, el tío me imagino que se cagó vivo. No se si le arreó con el bolso pero la situación , imagino, que fue más tensa que una peli de Hitcock. Debe ser un agobio ser famoso, por eso renuncio a serlo. Lo siento, no insistan, no fotos, no autógrafos.