domingo, 10 de abril de 2011

LA IZQUIERDA ANTE LA CRISIS LIBIA

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"El movimiento obrero y la agresión de la OTAN contra Libia" (www.posicuarta.org)
«Algunos sectores de izquierdas venían tratando a Gadafi de antiimperialista, como si el FMI no hubiera alabado hace poco más de un mes la política de privatizaciones de Gadafi o como si no estuvieran al alcance de cualquiera las fotos recientes de Gadafi con Zapatero, José María Aznar, el Rey Juan Carlos, Sarkozy, Berlusconi o Merkel. No son fotografías de cortesías, sino de negocios., con los mismos que han armado a Gadafi a cambio de petróleo y facilidades para las multinacionales europeas
Izquierda Unida ha rechazado la intervención militar, y el eurodiputado Willy Meyer se pronunciaba por “la presión político-diplomática para emplazar a las partes a un alto al fuego verificable con presencia de observadores internacionales y a que se establezca un calendario para unas elecciones que permitan al pueblo libio el ejercicio de su autodeterminación”. Pero defender la “presión político-diplomática y los “observadores internacionales” ¿De quién? es abogar por la injerencia en Libia, que llevaría a defender la injerencia en Túnez y Egipto (para conducir los movimientos populares por el camino de la “transición democrática” que garantice los intereses del imperialismo y los acuerdos con la Unión Europea) o en Argelia (donde las “movilizaciones” son convocadas por partidos pro imperialistas que piden desde el principio la “intervención extranjera”). No sería sino la versión “blanda” de la intervención militar. Llamazares en declaraciones al canal 24 horas ha manifestado que frente a la resolución 1973 el proponía el cumplimiento de la 1970….!!

Por su parte, la Coordinadora Estatal de Corriente Roja, se pronuncia por el “alto a la intervención militar de la OTAN”, y recuerda que “si la intervención militar de la ONU-OTAN triunfa no se habrá ayudado al pueblo libio a librarse de una dictadura sino a sustituir a un tirano por la peor de las tiranías, la de la grandes potencias que con sus ejércitos, sus multinacionales, su Fondo Monetario Internacional, expolian a los pueblos...”. Pero su propuesta no pasa de la denuncia y no se traduce en ninguna propuesta práctica ni unitaria

Sin embargo el PRT-IR, parte de Corriente Roja, parece tener otra posición. En su Web reproduce un artículo de Eduardo Almeida, dirigente del PSTU de Brasil, que dice que “La revolución en curso en Libia es muy semejante a las que están ocurriendo en todo el mundo árabe (…) aquellos que defienden únicamente el repudio a la intervención del imperialismo, callando sobre Gadafi están situados en el campo político y militar de ese genocida. Son cómplices de las masacres de Mubarak (…), la necesidad de la guerra también contra el imperialismo lleva al necesario enfrentamiento con la dirección del Consejo Nacional Libio”

Mientras el PRT publica esto, Ángeles Maestro, cabeza visible de Corriente Roja, escribe que “es preciso analizar quién está dirigiendo la oposición. El elemento político fundamental es la Conferencia Nacional de la Oposición Libia integrada por el Frente Nacional por la Salvación de Libia (FNSL), fundado en 1981, financiado por la CIA y con oficinas en Washington, con una organización militar, el Ejército Nacional Libio, y por la Unión Constitucional Libia, organización monárquica que reclama lealtad al rey Idris. Ambas organizaciones reclamaron inmediatamente la intervención internacional.”. Y de hecho no participan en distintos comités contra la guerra si no se pone por delante la critica a GADAFI

En cuanto a Izquierda Anticapitalista, nos dice que “Hay que derribar a Gadafi cuanto antes y rechazar los bombardeos de la OTAN”, y pide “solidaridad con la insurrección popular y rechazo al ataque de las potencias” Más adelante nos dicen que, para el imperialismo “la insurgencia da miedo. ¿Hasta dónde puede llegar? ¿Qué gobierno surgirá de ella? ¿Qué programa acabará imponiéndose?” Y piden “el embargo efectivo sobre la entrega de armas a Gadafi, sobre las cuentas corrientes del régimen y sobre el petróleo libio”, a la vez que apoyan que se arme a los “rebeldes”. Una posición que no va tan lejos como la de sus correligionarios del Nuevo Partido Anticapitalista de Francia, que acaban de suscribir un comunicado llamando a vigilar que “se cumpla estrictamente” la resolución de la ONU.

Ni el PRT ni IA, que se autodefinen como “trotskistas”, parecen haber tenido en cuenta dos cuestiones: la expulsión y la persecución de Gadafi y los “rebeldes” contra los inmigrantes, que constituyen la mayoría de la clase obrera en Libia, y la catadura de los dirigentes del oposición, que desde el principio han pedido la intervención imperialista. No es de extrañar. Se trata en su mayoría de ex-ministros de Gadafi, comprometidos con su política de venta de Libia a las multinacionales, a los que se unen un grupo de “exiliados” con residencia en los EE.UU. desde hace años y vinculaciones estrechas con el gobierno USA. No es de extrañar que Obama se apresure a intentar armarles, como si siguiera los consejos de la “izquierda anticapitalista”

Ningún militante obrero puede apoyar la intervención militar de la OTAN. Hay que multiplicar las firmas y las delegaciones al gobierno para que retire de inmediato las tropas y para que no haya ninguna ingerencia de la Unión Europea y la OTAN ni en Libia ni en Túnez, ni en Egipto.» www.posicuarta.org

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